Barahona: sufrimiento, angustia, abandono y tristeza llenan la vida de un niño.

Para mucho la vida viene cargada de mala suerte, para otros viene cargada de esperanza e ilusión. Es el contraste de cientos de familias que habitan en lo profundo de Los Solares de Milton, en el Municipio de Villa Central, Barahona. 

A menudo, los solares baldíos se convierten en vertederos de desechos sólidos y químicos, que ponen en riesgo la vida y salud de la población. Sobre todo, cuando hay empresas que de una u otra forma se olvidan de lo humano y su responsabilidad con el medio ambiente. 

Según manifiestan comunitarios de los Solares de Milton, una empresa vierte sus desechos en este caso una especie de cenizas en cualquier lugar que le parezca próximo a los rieles en lo profundo de Los Solares de Milton, convirtiéndose en una bomba de tiempo que ha dejado lesionados y mutilados a varios niños.

Los camiones de algunos sindicatos en esta provincia de Barahona, se le ven salir del interior de una reconocida empresa llenos de cenizas que una vez lanzada en terrenos baldíos se confunden con arenas y son usadas por los niños para jugar. 

El problema radica, en que ese material desechable guarda en el fondo un fuego que se mantiene encendido por semanas, que calientan a una temperatura muy alta todo la profundidad de dichas cenizas que son confundidas con arena por los niños. 

Ahora bien, cuando los niños que no tienen un parque infantil corren y saltan jugando de un lugar a otro, y sin saber el peligro que le espera, se lanzan sobre ellas y se hunden esperándole en el fondo un infierno prendido en fuego.

Un niño de unos seis o siete años de edad, ha tenido la mala suerte de caer en esa desgracia y sufrir quemaduras graves, que lo llevaron a estar interno por varias semanas en un centro médico en el Cibao.

Su familia, que viven por debajo de la pobreza han tenido que ser auxiliada por vecinos y buenos amigos para poder sobrevivir. Ahora, después de salir del hospital aún sufren en su hogar la consecuencia de una irresponsabilidad social que lo llevaron a una especie calamidad humana.

Los nombres de la víctima, de su familia y los involucrados se omiten por razones obvias y porque la Firma de Abogados Gómez Rubio y Asociados en este caso representada por los abogados Yván Ariel Gómez Rubio, Carlos Javier Carrasco y Amelia Ledesma Agramonte, llevan a cabo una investigación con fines judiciales para llevar a la justicia a quienes resulten vinculados con ese crimen medio ambiental.