Matan un sacerdote católico, el sospechoso le prendió fuego a dos catedral y estaba en libertad.
De acuerdo con medios locales, el agresor es un refugiado ruandés, que en el 2020 le prendió fuego a la catedral de San Pedro y San Pablo, en la ciudad bretona de Nantes. Desde que se le presentaron cargos, permanecía en libertad vigilada.
Según reportes, el sospechoso ya se entregó a la Policía.
"Todo mi apoyo a los católicos de nuestro país, después del dramático asesinato de un cura en Vandea", escribió en su cuenta de Twitter el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, y anunció que se dirigirá al lugar de los hechos.
Al respecto, la presidenta de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, lamentó que se pueda prender fuego a una catedral y, al no ser expulsado del país, luego cometer otro crimen. "Lo que está sucediendo en nuestro país es de una gravedad sin precedentes: es el fracaso completo del Estado", escribió. A su vez, Darmanin calificó el mensaje de la política de "indigno" y afirmó que ella "no conoce los hechos". De acuerdo con su respuesta, a pesar de una orden pendiente, no se podía deportar al sospechoso, ya que un control judicial pesaba sobre él.
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