La verdad sobre la calle “las delicias”. Parte II.
“Bar Rivadavia” mejor conocido como el bar de Suro.
…”la
tinta es mucha y el tiempo es largo”
Las
luces se apagan, se hace el silencio… mis ganas por ver salir el sol no
permiten que pueda conseguir que Morfeo triunfe sobre mi cuerpo mortal. El crujir de las
ventanas y del parque me despertaba
continuamente, presiono el interruptor de la luz, pero no se encendió. El ruido
volvió a sonar como olas del pasado que no permiten que recuerde sus memorias,
esta vez, desde el otro extremo de la habitación. Me levanto corriendo y con la
palma de la mano extendida sobre la pared, empecé a caminar. Estaba
completamente a oscuras. ¡Es
hora de contar la verdad sobre la historia!
“¿Tu también lo has
visto?”, Me preguntó, cuando notó en mi semblante oscurecido por la filiación
de un padre mulato, que no había dormido mucho el día anterior, parece un
escenario sacado de una película, pero es real. Existen diferentes versiones,
pero todas ellas tienen un denominador común: Sombras!
Todo comenzó en el año
1979 era solo un niño, yo comencé de 14
años a trabajar en aquel lugar, mi
oficio era de lavador de vasos y en ese arte nadie me superaba porque la
emoción de estar en medio de tantas princesas sin coronas, provocaba que diera lo mejor de mí, quieres
que alguien rinda en su trabajo, motívalo y verás de lo que es capaz de hacer. No
se aceptaba mujeres que vinieran con fundas azuana, tenían que llegar con maletas como si vinieran de viajar, Víctor Lucas también era lavador de vaso al igual
que Marquito alias coge burro macho.
El Rivadavia, no era un
bar cualquiera, no muchacho, era el edén de los viajeros, lugar obligado de
los Guardias y Policías que veían caer la noche como algo muy dulce y no solamente se vendía bebidas alcohólicas
sino también perfumes para las damas, prendas y instrumentos eróticos, porque
de vez en cuando aparecía un fulano con instintos salvajes de los cuales
limitare mi boca al hablar.
Cada mujer que estaba
trabajando en el Rivadavia tenía que semanalmente ir a sanidad para chequearse,
porque si no presentaba su tarjeta era
puesta fuera del local y presa de forma inmediata, los jueves era el día de
chequeo.
Yo: Es asombroso lo que
me cuenta señor pero, ¿Quién era el dueño del Rivadavia?.
En ese tiempo el dueño
del negocio era Daniel Olivero esposo de Doña Angélica, un hombre muy conocido
de los barahoneros y más de los que frecuentaban de forma discreta nuestro Aren,
pero siempre sucede lo inesperado y el día más soleado puede llover. ¿En quién está pensando? Que noto como sus ojos desprenden una que otra
gota de sentimiento, ¡!!Quien es esa mujer por la que tanto suspira!!!…. No mi
hijo, estás interpretando de forma
incorrecta las cosas, espera y te cuento.
Ella no era de este pueblo pero nosotros la
adoptamos como si lo fuera, le decíamos Bobiné
una mujer bella y de habilidades innatas al bailar una bachata, merengue o cualquier
música que sonara en la Bitrola. Pero se enchuló con un fulano de tal forma que no
quiero mencionar su nombre porque no viene al caso, ya que ese mal nacido le segó la vida a tan
bella mujer por una tontería, porque si usted es carpintero no puede extrañarle
encontrar un clavo en su saqueta, tontería dice usted caballero!!!, pero qué pasóooo, Quieres saber que paso dime, ¡!sii, quiero saber señor!!.
Julitooooo!!!!! dile a
tu hermano chiringo que bailemos esa
bachatica mi cuñaoo, hoy estoy contenta, no Bobiné, estoy en trabajo y
necesito que María me encuentre sobrio porque mañana se irá a Bani de donde es
oriunda.
María, era el amor de mi
vida en esa época de mocedad, Te quiero contar algo mi cuñao, dime a ver que
pasa, ayer llegó un barco de marinos
mercantes de nacionalidad griega y todos quisieron estar conmigo.
¡!!Queee!!! Tu me estás diciendo mujer, que te hicieron fila india, siii y ha
todos los dejé durmiendo como si nacieron el mismo día, Esa noche estuve con 9 hombres pero en realidad
se puede decir que solo estuve con uno,
por qué lo digo? El primero llegó y solo quería un objeto sexual, ósea que yo fuera su gata doméstica, el segundo quería
satisfacer sus bajos deseos y como yo era la más deseada, ponerme en la posición
que él quería, me pusó despalda contra
la pared, me jalaba por el cabello exigiéndome
que le gritara “soy tu perrita papi soy tu perrita”. Esa noche me sentí la mujer
más desdichada del mundo al ver que varios hombre estuvieron conmigo y no me
hicieran sentir nada, me pregunté que si
no fui hecha para ser amada, si solo soy
un objeto sexual o que es lo que tienen otras mujeres que yo no tengo y en ese
mismo momento aparece el último que es quien estaba destinado a sacarme de la
duda que atormentaba mi mente y de la triste
realidad en la que estaba, ¡!!Zzzzzz!! fue el único que me hizo sentir amada,
con él supe lo que es hacer el amor y tener sexo a la misma vez
ya que son dos cosas diferentes, Hacer el amor implica
tener relaciones sexuales con sentimiento.
Esto quiere decir que se
involucran las emociones de quienes lo consuman. Para tener sexo, en cambio,
solo se requiere satisfacer el deseo físico. Cuando se hace el amor se busca el contacto
emocional y compartirlo todo. Pero no me hagas caso cuñao, no me vas comprender. A la hora de hacer el amor no lo pensamos solo
se dio y punto, después fue un momento de sexo porque pensé
todo lo que quería hacer con un hombre, fue una noche inolvidable, pensé que fuimos creados el uno para el otro, ante el sonido
indecente de una bachata de Blas Duran. Fue tan especial que me hizo recordar cosas de mi juventud que ya había olvidado, se puede decir que fue mi alma
gemela. Quería que la noche continuara
para que me siga amando de esa forma tan
bendita y maldita a la misma vez.
Ella continuo su relato sin ningún tipo de tapices
ni censura que decoraran lo que ella sintió, pero la brisa es portadora de
frescor pero también es traicionera cuando se enreda en las ropas de la envidia
de personas sin valores ni principios, quien lleva las palabras tergiversadas
donde no debieran ir. Maldito desgraciado coño, coño, cañazo, que pasooo> que pasooó!!!, no te asusten mi hijo son cosas pasadas. Paso el sábado y como ladrón nos atrapó el domingo, día donde
frecuentaban con mayor entusiasmo los clientes del Rivadavia a tomar: jaca,
siboney, Bermúdez, Brugal y uno que otro
los envolvía con Vitonía, ¿Vitonía dice usted?, si!! era una bebida que se
extraía de las sobras del día anterior, porque antes no se bebía con mescla sino puro
y con eso llenaba botellas y las vendía a bajo precio, ligar un romo era
considerado de hombres amanerados que bateaban a la izquierda mocito. Pero no es lo que quiero contarte de ese
funesto domingo.
Todas estas historias
tienen orígenes muy distintos y tienen la facultad de alojarse no solo en
los corazones de sus oyentes, ya que también corrompe su alma para dejar un
helado sentimiento de ansiedad que acompaña a la persona hasta que es la hora
de irse a la cama, solo para darse cuenta de que lo espera una larga noche de
insomnio y horror en imágenes mentales (y quién sabe, tal vez, también
visuales)
Solo
sé que entró sin preguntar, con sus ojos
vueltos un disparate y congelados por la rabia y los celos, sacó su largo puñal
y le propinó sendas puñaladas ante las miradas incrédulas de todo los
presentes. ¡!!Y nadie hizo nada señor!!! Nadie pudo meterse hasta que la dejó tendida en el suelo en un charco lleno de sangre, cuando sintió que el alma de
la bailarina se esfumaba solo profirió palabras que aun retumba por su eco
“eres solo mía cuero del diablo” como si la vida de una mujer le perteneciera a un hombre coño, como si una mujer no fuera
libre de decidir con quién estar, vivir o fornicar.
…“Una
mujer libre sabe amar. Se ama así misma tanto como ama a la vida, pues sólo así
disfruta compartirla. Rompe con las normas sociales, escribe su historia lejos
de los paradigmas bajo los cuales su género ha existido a lo largo de la
historia, entiende que su lugar no está detrás de un hombre, sino a un lado,
sólo así siente el significado de la fuerza y la belleza de la libertad.
Una
mujer libre es capaz de volar sin miedo al lado del hombre que ama, entiende
que en el amor no existen las ataduras ni máscaras, que el amor es entrega
y humildad, el amor no es sinónimo de esclavitud ni obligación, sino que el
amor se construye y se expande lo suficiente para dejar el alma libre, no tiene
miedo a ser ella misma a pesar de que no todo lo que ella representa parezca lo
correcto”. (Carmín)
Ha
llovido bastantes después de esos años y nada volvió a ser igual, a esa muerte le siguieron otras y otras
más, y el Rivadavia quedo olvidado bajo las ruinas de un paso de sombras y
luces.
Pero muere un antro y renace otro con más esplendor…. El bar de panchito
Continuará………
Próximo Sábado parte III
Muy bueno
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