Este modelo se basa en la idea de que el delito no solo afecta a la víctima, sino también al delincuente y a la comunidad en general. A través de procesos como las conferencias de reparación o las mediaciones, se brinda a las víctimas la oportunidad de expresar cómo el delito les ha afectado y de participar activamente en la búsqueda de soluciones. Esto puede incluir disculpas, reparaciones económicas o acciones comunitarias por parte del delincuente.
La justicia restaurativa no solo beneficia a las víctimas al darles voz y agencia, sino que también ofrece a los delincuentes la oportunidad de asumir la responsabilidad de sus acciones y de reintegrarse en la sociedad. Estudios han demostrado que este enfoque puede reducir la reincidencia y fomentar una mayor satisfacción tanto en víctimas como en ofensores.
En resumen, la justicia restaurativa representa un cambio de paradigma en la manera de abordar el delito. Al enfocarse en la reparación y la reconciliación, ofrece una alternativa viable que puede contribuir a la sanación de individuos y comunidades, creando un entorno más justo y solidario.
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta y aporta utilizando las reglas del respeto y la dignidad.