Esta sentencia abre la puerta a una mayor democratización, permitiendo que ciudadanos comprometidos participen en elecciones sin depender de estructuras partidarias. Sin embargo, los partidos argumentan que esta medida podría fragmentar el voto y afectar la estabilidad política, evidenciando su temor a perder protagonismo frente a nuevos liderazgos.
Para los candidatos independientes, el desafío será conectar con las aspiraciones ciudadanas, superar las barreras de recursos y competir en igualdad de condiciones. Por su parte, los partidos deben aprovechar esta oportunidad para renovarse, fortalecer su transparencia y reconquistar la confianza del electorado.
Las candidaturas independientes no son una amenaza, sino una vía para revitalizar nuestra democracia y fomentar una política más inclusiva y cercana a las necesidades del pueblo dominicano.
Por: Ángel González
Empresario y político
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