De Puerto Rico a un Desenlace Incierto: La Desaparición de Juan Américo Sosa en República Dominicana
Sosa viajó desde Puerto Rico hacia Santo Domingo a bordo de un ferry. Fue visto por última vez en Boca Chica el mismo día de su llegada. Su sobrino, Cristofer Álvarez, lo recogió en el puerto y lo llevó a su casa en Boca Chica para que pudiera recoger unas pertenencias, incluyendo maletas y cajas de comida que había enviado previamente.
El misterio comenzó cuando el sobrino de Juan Américo le solicitó un servicio de Uber. Según el relato de este, el conductor se negó a llevar a Juan Américo debido a la cantidad de maletas y al bajo costo del trayecto, sugiriéndo cancelar el viaje en la aplicación y realizarlo de manera privada, a lo que Juan Américo nontivo de otra más que aceptar, pero tras a abordar el vehículo, desapareció sin dejar rastro.
Agregó: “El mayor ni siquiera se tomó el tiempo de revisar el expediente. No sabía bien el nombre de mi padre y no me dio información concreta, solo dijo que estaban trabajando el caso. Su actitud fue altanera y, como allí no había cámaras para nuestra seguridad, decidí irme”
Una problemática alarmante
El caso de Juan Américo Sosa se suma a una lista creciente de desapariciones en la República Dominicana, un país que enfrenta una preocupante incidencia de personas desaparecidas en los últimos años. Entre los nombres que destacan están Jefferson Hurtado Díaz, Juan Arturo de la Rosa, José Vittini, Leandro Antonio Durán, Alcibíades Portes, Nuris Matos y Ana Iris Román Martínez, entre muchos otros.
La magnitud de esta situación ha generado gran inquietud social y subraya la urgencia de investigar las causas detrás de este fenómeno. Además, se hace cada vez más evidente la necesidad de fortalecer los esfuerzos de búsqueda y mejorar la eficiencia de las autoridades para dar respuestas a las familias que, como la de Juan Américo Sosa, luchan por encontrar a sus seres queridos.
Respaldo de ASODOFADE
Este caso está recibiendo un respaldo significativo por parte de la Asociación Dominicana de Familiares de Desaparecidos, de la cual la familia es miembro. Esta entidad ha demostrado un compromiso constante en brindar apoyo emocional y logístico a familias que, como la de Juan Américo Sosa, enfrentan la angustia de la desaparición de un ser querido.
ASODOFADE, se ha convertido en un pilar fundamental para quienes buscan respuestas y justicia.
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