Un muerto en derrumbe en mina de Larimar.
Compañeros de labores trasladaron de urgencia a Kelin Aquino Galván, de 38 años, a la emergencia del HRUJM, tras el derrumbe, pero el joven que residía en el sector Baitoíta, no sobrevivió a los golpes recibidos, pese a los esfuerzos del personal médico y de enfermería que le prestó asistencia facultativa.
Durante algunas horas el personal sanitario de servicio en el área de emergencia del principal centro de salud de la Región Enriquillo, pero Galván no respondió a la reanimación que le hacían, falleciendo cuando recibía atención médica.
Según explicaron compañero el minero estaba en uno de los tantos “huecos” de la mina paleando tierra cuando de repente se produjo el derrumbe que le tapó prácticamente desde el pecho hasta los pies, causándole golpes que le provocaron la muerte.
A la emergencia del Hospital Regional Universitario Jaime Mota se presentaron la progenitora del fallecido, de nombre Miguelina, amigos y otros parientes quienes lamentaban su deceso.
Una mujer, que parecía su esposa o hermana, lloraba desconsoladamente su muerte y entre llantos decía que Galván le comentó esta mañana, previo a trasladarse a la mina, ubicada en la comunidad costera de Bahoruco, perteneciente a La Ciénaga, que se sentía mal, por lo que le aconsejó no ir este sábado a sus labores en la que se ganaba el sustento de su familia.
Se recuera que con frecuencia se producen accidentes en la referida mina que dejan como resultado el fallecimiento de personas jóvenes que se dedican a las labores de minería.
Las labores mineras se realizan “literalmente” de manera artesanal y rudimentaria, aumentando el riesgo de morir por derrumbes, pese a que en varias ocasiones se ha propuesto regular el trabajo de los mineros que buscan la piedra semipreciosa para evitar los accidentes que provocan decesos de personas, sobre todo, jóvenes.
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