Si no sabes qué son
los antígenos te explicaré que son sustancias capaces de desencadenar la
respuesta inmunitaria del organismo, es decir, la producción de anticuerpos.
Además del sistema
ABO, el sistema Rh también ayuda a clasificar la sangre y está formado por
otros antígenos de la superficie de los glóbulos rojos (el más importante se
llama antígeno D) cuya presencia condiciona lo que conocemos como factor Rh.
Decimos que la sangre es Rh positivo cuando están presentes estos antígenos y
es Rh negativo cuando no lo están. Se trata de una característica heredada, es
decir, que el factor Rh que tenemos cada uno depende del que tienen nuestra
madre y nuestro padre. Y sí, como dices en tu pregunta, el Rh- es más escaso
que el Rh+ y ello es así por una cuestión genética.
Seguro que sabes que
existen genes recesivos y genes dominantes. El gen que determina el Rh+ es
dominante y el gen que determina el Rh- es recesivo. Las combinaciones de los
cuatro alelos (dos de la madre y dos del padre) pueden ser diferentes en cada
uno de los progenitores: los dos positivos, los dos negativos o uno positivo y
otro negativo. Teniendo en cuenta que el + es dominante y el – es recesivo, la
combinación de ellos hace que la probabilidad de un Rh- sea mucho menos
frecuente que la del positivo porque hace falta que los dos alelos sean
negativos.
El
tener uno u otro tipo afecta únicamente a las transfusiones de sangre y los
trasplantes de órganos porque en ambos casos se necesita que la sangre sea
compatible. Pero, a excepción del embarazo, no afecta a la salud de otra forma
En cuanto a la
distribución de la población por su clasificación sanguínea,
es cierto que el 0- no es muy frecuente, pero no es el grupo más escaso. En
España, por ejemplo, se calcula que un 8% de la población es 0-, y muchas menos
personas tienen la sangre B o AB tanto con factor Rh+ como con factor Rh-, por
ejemplo el grupo AB con Rh- se encuentra solo en aproximadamente un 0,5% de la
población española. Pero eso cambia en función de los países.
El tener uno u otro
tipo afecta únicamente a las transfusiones de sangre y los trasplantes de
órganos porque en ambos casos se necesita que la sangre sea compatible. Pero, a
excepción del embarazo, no afecta a la salud de otra forma. En el embarazo sí
es necesario conocer el Rh de la madre y el del feto porque si la madre es Rh-
y el feto Rh + puede producirse una enfermedad en el recién nacido llamada
enfermedad hemolítica. Pero afortunadamente para los casos en los que la sangre
de la madre y la del feto son incompatibles existe un tratamiento efectivo que
evita los problemas.
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