Me copiaron: El FMI llama a subir los impuestos a los más ricos y a las empresas rentables para pagar la factura de la crisis.
La crisis del coronavirus está dando la vuelta a muchos discursos. Entre ellos, al de un Fondo Monetario Internacional (FMI) que se aleja cada vez más de la ortodoxia más férrea por la que se distinguió en los años más duros del llamado consenso de Washington: el organismo multilateral empezó la crisis exhortando a los países a “gastar tanto como pudieran” y, cuatro meses después, les pide que estudien la puesta en marcha de impuestos para los más ricos.
“Los Gobiernos deben
tomar medidas para mejorar el cumplimiento tributario, y evaluar la aplicación
de impuestos más altos para los grupos más acaudalados y las empresas más
rentables”, ha reclamado este miércoles el director del Departamento de
Finanzas Públicas del FMI, Vitor Gaspar. “Los ingresos resultantes
contribuirían a pagar servicios críticos, como las redes de salud y de
protección social, en una crisis que ha afectado de manera desproporcionada a
los segmentos más pobres de la sociedad”.
“En un contexto de
pandemia”, ha subrayado el exministro de Hacienda de Portugal en la rueda de
prensa posterior a la presentación del informe semestral de fiscalidad global
del organismo, “es importante que aquellos que mejor estén contribuyan a
compensar a los más vulnerables. Y eso es algo que se aplica tanto a título
individual en nuestras sociedades como para la comunidad internacional en apoyo
a los países pobres”. Una reforma de calado del sistema fiscal, ha admitido
Gaspar, no es tarea fácil en medio de una crisis sanitaria sin precedentes
contemporáneos: “Tomará su tiempo, pero creemos que es importante ofrecer ahora
una guía sobre lo que va a ocurrir en el medio y largo plazo, anunciándose
ahora las medidas”.
En el corto plazo,
sin embargo, la gran preocupación del Fondo es que los países no dejen caer
“demasiado pronto” las medidas de apoyo fiscal. El déficit, ha completado el
directivo del FMI, “no es el mayor riesgo ahora; el apoyo fiscal debe
mantenerse, al menos, en 2021, con la salud y la educación como prioridad”. “Lo
que más nos preocupa", ha concordado horas después la directora gerente
del Fondo, Kristalina Georgieva, "es que se retiren los apoyos de manera
prematura: podría provocar una ola de quiebras y un gran aumento del desempleo.
Volvemos a decirles a los Gobiernos que no deben recortar esos salvavidas
prematuramente”. A futuro, también en la misma línea trazada por Gaspar,
Georgieva ha llamado a los Gobiernos a “adaptar el sistema fiscal para
adaptarlo al mundo del siglo XXI y hacerlo más equitativo”.
El País.com
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